Con tan sólo 21 años, este estudiante de arquitectura ya puesto en marcha una Startup y no deja descansar su cabeza pensando en proyectos futuros. Emprendedor por naturaleza, es uno de los ganadores del University Creativity & Innovation Challenge de la Fundación Repsol. Para Santi no hay nada imposible, porque es de los que piensan que las ganas por crecer pueden con todo
¿Qué te ha parecido este reto?
La experiencia ha sido increíble, sobre todo por haber tenido la oportunidad de compartirla con gente que tiene las mismas aspiraciones y motivaciones que yo. Me doy cuenta de que la mayoría se deja llevar por lo que hagan los demás, moviéndose por inercia, sin ganas de innovar… Creo que iniciativas de este tipo te hacen tomar otro camino y pensar de una manera distinta.
Se te ve con espíritu emprendedor…
¡Es que lo soy! Ya estoy montando mi Startup, relacionada con la infografía, y tengo otro proyecto entre manos basado en la creatividad cooperativa de un estudio multidisciplinar. Además, siempre que puedo me apunto a todo: charlas, concursos, talleres… Muchas personas piensan que el mundo del emprendimiento es de raros… ¡Y no es así! Todo lo contrario, se trata de echarle ganas y tener ganas de crecer.
Y eso que arrancar es complicado, ¿no te parece?
Muchísimo, es lo más difícil. Hay que tener en cuenta que al principio no tienes ninguna retribución económica. Además, nadie te reconoce nada ni te dan un título de “emprendedor”, pero es algo que se lleva y te sale de dentro.
Montando una Startup y miembro del equipo ganador del University Creativity & Innovation Challenge… ¡No está nada mal! Háblame sobre el proyecto “Light” con el que ganasteis el campeonato
“Light” se nos ocurre una vez expuesto el caso: “En el 2050 no es viable seguir viviendo como hacemos ahora, la nueva forma de consumo es la eficiencia energética, que consiste en concienciar a la gente”. Eso nos hizo pensar: ¿Y cómo conciencias a la gente? Ahí dimos con la clave de nuestro proyecto, una aplicación informática donde se premiase el ahorro a través de "lights", una especie de moneda virtual con la que se pudieran conseguir descuentos en cines, restaurantes y empresas asociadas. La idea era provocar, de esta forma, un cambio de mentalidad, que la gente se sintiera orgullosa de ser un consumidor responsable y quisiera compartirlo en las redes sociales con el fin de crear una comunidad de gente que creyese en la eficiencia energética.
Y lo habéis hecho en equipo, pero sin conoceros de nada… ¿Os costó mucho poneros de acuerdo?
Para nada, hemos conectado y engranado enseguida, ha sido un trabajo muy cooperativo y tremendamente constructivo. Además, en nuestro equipo había de todo: ADE, periodismo, arquitectura… Ha sido un derroche de creatividad.
¿Qué me puedes decir del voluntario que os ha acompañado y orientado en el proyecto?
¡Que ha sido fantástico! Su ayuda fue fundamental. Nos infundió el espíritu emprendedor que necesitábamos y nos entendimos perfectamente con él. Al principio nos costó entender el método de canvas, pero supo guiarnos perfectamente.
Una experiencia distinta a la que vives en la universidad…
Absolutamente. La formación que se enseña en las escuelas y universidades es puramente académica. Esto es la vida real: aplicar y desarrollar tus conocimientos, desarrollarte, enfrentarte al día a día.
Somos el país de Europa con mayor porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan, los famosos “nini”, con una tasa de un 25%… ¿Qué podemos hacer para frenar esta situación?
Si en estos momentos hay tantos “nini” es porque hay muchísimos jóvenes que no tienen ninguna motivación, y eso es la base de todo. En la actualidad existe muchísima gente preparada, pero la tasa de paro es altísima y eso es algo frustrante. Mucha gente se desilusiona y pierde las ganas de luchar. Vivimos un momento en el que hay que diferenciarse para poder llamar la atención. Hay que pensar diferente.
¿Sois los jóvenes el futuro?
¡Si no sucumbimos antes si! (risas) ¡No queda otra!
¿Y podemos confiar en vosotros?
Yo estoy seguro de ello. Hay que echarle ganas, aprender y crecer.