Enamorada de su trabajo y de la labor que realiza esta fundación, Carolinne Jenner lleva toda una vida al mando de Junior Achievement en Europa. Hablamos con ella sobre el impacto que esta organización tiene en los jóvenes, nuestros valores y la competición europea de miniempresas.
Caroline, tu historia con JA se remonta mucho tiempo atrás… ¿Cuándo y por qué comenzaste a trabajar para esta fundación?
Comencé en JA hace ya más de 25 años… Fue en 1993 y casi hasta podría decirte que fue mi primer trabajo. Por aquel entonces vivía en Checoslovaquia y trabajaba como profesora dando clases de inglés. En ese momento me ofrecí como voluntaria para abrir JA en esa parte del Este de Europa. Y así fue como empecé, hasta enamorarme completamente de esta fundación.
¿Cuál crees que es el principal valor que JA tiene para los jóvenes?
En mi opinión es el impacto que es capaz de producir en ellos en muy poco tiempo. En tan sólo un año e incluso en un día, es increíble ver cómo una persona es capaz de cambiar su forma de pensar y la motivación que surge en ellos. Cuando preguntamos a nuestros alumnos sobre nuestros programas, todos siempre responden lo mismo, que han aprendido algo.
¿Y dónde está la clave?, ¿cómo conseguimos impactar realmente en los jóvenes?
Pienso que la clave está en la combinación de varios factores. No se trata de hacer una única cosa, si no del conjunto de todo lo que hacemos. Hablo del tipo de actividades que desarrollamos dentro de la clase, lo que hacemos fuera de los centros educativos, la mentorización, los profesores… No sabemos exactamente dónde está la llave y qué es lo que hace este “clic”, creo que es el conjunto de todo ello lo que lo provoca.
¿Necesita la sociedad actual una organización como Junior Achievement?
En primer lugar hay que tener en cuenta que esta organización tiene casi un siglo de historia, y no creo que hubiese sobrevivido tanto tiempo si no existiese esa necesidad. En segundo lugar, hay que considerar que las instituciones con las que trabajamos, tanto del sector público como privado, suelen estar completamente separadas. En mi opinión, la función que deben realizar organizaciones como JA es, precisamente, la de encontrar zonas comunes entre ambos sectores, con el fin de que puedan convertirse en socios de éxito. Ese es nuestro rol, construir estos puentes.
¿Cuál es el alcance en lo que respecta a alumnos de JA en Europa en estos momentos?
En la actualidad JA ha conseguido impactar a un total de 3’2 millones de jóvenes, siendo el 60% de estos alumnos de entre 15 y 18 años.
¿Cuántos de ellos pertenecen al programa de miniempresas?
Sólo en miniempresas solemos tener unos 275.000 alumnos cada año.
¿Qué te están pareciendo los proyectos de este año?
Creo que hay proyectos muy buenos y muy sólidos. He visto todas y cada una de las presentaciones de esta competición y me parece que no hay ninguna miniempresa que no merezca la pena. Se trata de ideas fuertes, claras, proyectos que explican muy bien lo que venden y cómo. Son fantásticos.
¿Has notado alguna evolución en los proyectos de miniempresas a lo largo de tu carrera en la fundación?
Si, por supuesto. Uno de los cambios más obvios es el uso de elementos multimedia en las presentaciones. Los alumnos de miniempresas cada vez realizan mejores vídeos que explican perfectamente sus proyectos. Estas herramientas de marketing son quizás el cambio más representativo, aunque también he notado una gran evolución en los productos, pasando de ideas tradicionales a otras cada vez más modernas. Por ejemplo, en vez de diseñar una cesta para frutas, ahora los estudiantes diseñan un producto que permita mantenerla fresca. Ofrecen una nueva perspectiva del negocio tradicional.
¿Qué impacto tiene en los alumnos el programa de miniempresas?
Lo que realmente impacta en ellos es la innovación, el diseño, la creación de la idea... Hay países que no dedican mucho tiempo a esta parte de innovación, pero los que si lo hacen lo reflejan perfectamente en sus productos. Cuanto más tiempo dediques a la idea ¡mejor producto tendrás!