Dirigido a alumnos de primaria, el programa “Nuestra Comunidad” tiene como objetivo desarrollar competencias para innovar y convertir a estos pequeños estudiantes en grandes emprendedores a través del conocimiento de su comunidad. Miguel Medina es uno de los 12 voluntarios implicados en esta colaboración que Sonae realiza por primera vez en España. ¡Conócele!
¿Ha sido esta tu primera experiencia como voluntario?
Si, siempre he deseado hacerlo, pero nunca antes había tenido las facilidades que Junior Archivment y Sonae me han ofrecido. La verdad es que ha sido una muy buena oportunidad.
¿Y qué te parecido la experiencia?, ¿cómo te has sentido?
En un primer momento con miedo, pero yo creo que más por la inexperiencia que por otra cosa. Sí es cierto en ocasiones la gente de tu alrededor puede ponerte pegas cuando cuentas que estás trabajando con personas en en riesgo de exclusión social, pero sinceramente no hay que hacerles caso. Nosotros vamos por y para los niños, y lo que nunca se te puede olvidar es que son niños.
¿Y por qué quisiste participar en este programa?
Porque era una oportunidad inmejorable de empezar a dar aquello que siempre has deseado ofrecer.
¿Qué valores has querido transmitir a los alumnos?
Sobretodo confianza en ellos mismos. Desde un primer momento la idea, aparte de todos los conocimientos de las sesiones, era hacerles ver que ellos mismos pueden conseguir todo lo que desean... Muchos te dirán que quieren ser policías, banqueros, cocineros... Sea lo que sea, pueden conseguirlo con trabajo, estudio y dedicación.
¿Cuál era el objetivo del programa Nuestra Comunidad?
Principalmente, que sepan y entiendan lo que es una comunidad, cómo funciona, cómo está organizada y lo que es más importante, para qué es necesario todo esto. Se trata de una palabra que al principio desconocen, pero que luego van aprendiendo y descubriendo… Digamos que es un aprendizaje acumulativo continuo.
¿Te ha resultado sencillo transmitir estas ideas a los alumnos?
Si, muy sencillo sobre todo por su predisposición al aprendizaje.
¿Cómo han respondido? ¿qué valoración harías del programa?
Los niños por lo general son muy agradecidos, pero si eres una persona que vas todas las semanas, juegas con ellos, les enseñas cosas que ellos entiendas y puedan aplicar, la relación de afecto que se crea es algo increíble. El programa, en general, lo valoraría con un 10. Los contenidos son flexibles, de manera que puedes adaptarlo a la situación y al momento de la clase. Además, los tutores de las clases te apoyan y te dan un feedback muy gratificante, y la organización se adapta a la perfección a tu disponibilidad desde el primer momento.
¿Es importante inculcar estos valores desde una edad tan temprana?
Si, son necesarios para el aprendizaje continuo de los niños.
¿Lo niños realmente lo asimilan?
Si, cada vez más, adaptando los conocimientos sesión a sesión. ¡Créeme!.. ¡Se acuerdan mucho!
¿Qué te aporta a ti como voluntario participar en esta acción?
Un enorme valor personal. Cuando sales de la sesión te sientes genial contigo mismo por lo que has hecho y porque sabes que esos niños están incorporando cosas nuevas en su vida gracias a ti.
¿Tienes alguna anécdota o algo curioso que nos puedas contar y que te haya ocurrido durante el programa?
Que te llamen profe los alumnos tanto los de tu sesión como las de otras clases, es algo que marca mucho la verdad. Te hacen sentir bien con solo mirarte.
¿Piensas seguir colaborando como voluntario?
Sin lugar a dudas.
¿Qué ha sido lo mejor de esta experiencia?
Todo, desde el primer momento que entré por la puerta, hasta el momento en que los propios niños me pedían que volviera pronto. Eso algo que no se puede pagar con dinero.