Más de 20000 voluntarios trabajan mano a mano cada año con nosotros ayudándonos a impartir nuestros programas. Sin ellos no podríamos desarrollar nuestros proyectos porque su trabajo es fundamental. Los alumnos se nutren de su experiencia y ellos, a su vez, se enriquecen con esta labor.
Éste es el testimonio de Arantxa Salazar Gil, voluntaria de Hewlett Packard en el programa "Ética en acción".
Gracias Arantxa por compartir tu experiencia.
Conocí la existencia de este proyecto el año pasado, por una compañera de HP, y me pareció muy interesante. Este ha sido el segundo año que he participado y tengo que decir que la experiencia es de lo más positiva.
Lo primero que me atrajo es la posibilidad de aportar a los chicos una visión desde el punto de vista de mi experiencia empresarial. Dentro de mi familia hay varios docentes y siempre que hablamos de la situación actual de la educación, me da la sensación de que les interesa mucho conocer en primera persona a qué nos enfrentamos los profesionales en las empresas en nuestro día a día.
Por otro lado, siempre he estado muy interesada en todo lo relacionado con la educación y desde que soy madre aún más, por lo que me pareció que desde el punto de vista personal podría servirme para retomar en cierto modo el vínculo con el entorno educativo.
Después de estos dos años puedo decir que la experiencia ha sido más que enriquecedora; el primer año participé en el programa “Ventajas de permanecer en el cole”. Este curso me acercó a un grupo de chicos muy heterogéneo, creo que a la mayoría les ayudó a reflexionar y valorar los pros y contras de seguir estudiando, enfrentándoles a situaciones reales. Por otro lado, ves en sus ojos una cierta –llamémosle- admiración hacia nosotros y pienso que eso puede ser una motivación extra vinculada al objetivo principal del curso.
Este año he participado en el de “Ética en acción” con un grupo más pequeño de chicos, de diversificación, y aunque ciertamente ha sido un poco más complicado hacerles partícipes del debate, al final han sido participativos y creo que han conseguido captar la esencia del mensaje, con el objetivo de aplicarlo en su entorno e intentar pensar en el bien común.
Por concluir, aunque es verdad que supone un pequeño esfuerzo que en ciertos momentos se hace duro, ya que supone sacar horas de tu tiempo personal para preparar las sesiones, luego merece mucho la pena y me alegro de participar, y siempre digo que probablemente recibimos más nosotros de ellos que ellos de nosotros.
Por último, quiero resaltar el apoyo de mis compañeros de programa de la oficina de HP en Sevilla: Elena, Mila, Carlos,… porque nos planteamos las sesiones entre todos y hay mucha colaboración. También dar las gracias desde aquí a los profesores y tutores, que nos ayudan en el aula y se involucran mucho con el programa. Por tenerlo más reciente, menciono a Montserrat Sánchez, del IES Joaquín Turina que ha sido mi tutora este año, y que ha sido encantadora. Y, finalmente, dar las gracias al equipo de Junior Achievement por brindarme esta magnífica oportunidad, tan enriquecedora y positiva.
Arantxa Salazar Gil
Project Manager
Applications and Business Services
Hewlett Packard